El juez de Paz y Conciliación Indígena de San Juan Chamula, Ricardo
López Hernández, afirmó que fueron las autoridades tradicionales de este
lugar las que atendieron el caso de una menor sancionada presuntamente
por abandonar a su pareja.
En entrevista, aseguró que la menor de 14 años, Roxana Hernández Sántiz, originaria de la comunidad de Tojchotic, “nunca estuvo detenida, sólo su madre estuvo unas horas presa” y fue liberada luego de comprometerse a pagar 20 mil pesos porque “la unión libre no se consumó”.
Sostuvo que la madre de la menor, cuyo nombre no proporcionó, “recibió 24 mil 700 pesos cuando entregó a su hija”, en agosto pasado, para que se uniera a un joven de 18 años, originario del paraje de Baalchén, perteneciente a San Juan Chamula.
Familiares de la menor informaron que ésta fue encerrada en la Cárcel Municipal de Chamula el domingo por la mañana, por órdenes del juez López Hernández, para obligarla a pagar la suma de 24 mil pesos por haberse separado de su compañero en noviembre pasado.
“Como juez en ningún momento detuve ni encarcelé a la niña, pues no me compete, además de que por ley no se puede encarcelar a menores de edad; las que intervinieron son las autoridades tradicionales”, declaró ayer López Hernández, en entrevista colectiva en las oficinas del alcalde Sebastián Collazo Díaz.
Agregó: “la mamá había vendido a su hija; pidió 24 mil 700, pero cuando se separaron con el señor que la compró, no se consumó la unión libre durante los tres meses del concubinato y por eso vinieron a quejarse los familiares del muchacho; las autoridades tradicionales evitaron la trata de personas porque la mamá había vendido a su hija, no como se publicó que por separarse le cobraron 15 mil de multa, más intereses; eso es falso”.
Aseguró que “la niña nunca fue encarcelada, esa es la información que tengo. Sólo la mamá que estuvo unas cuantas horas” y fue liberada luego de comprometerse a devolver en 15 días, 20 mil pesos de los 24 mil 700 que recibió.
Sin embargo, un poblador que pidió el anonimato sostuvo que él la vio e inclusive grabó unas imágenes cuando la menor todavía estaba en la cárcel el día martes a las 19 horas, antes de que fuera liberada y hablaron brevemente porque “tenía miedo, pues habían dos policías cerca vigilando”.
En entrevista, aseguró que la menor de 14 años, Roxana Hernández Sántiz, originaria de la comunidad de Tojchotic, “nunca estuvo detenida, sólo su madre estuvo unas horas presa” y fue liberada luego de comprometerse a pagar 20 mil pesos porque “la unión libre no se consumó”.
Sostuvo que la madre de la menor, cuyo nombre no proporcionó, “recibió 24 mil 700 pesos cuando entregó a su hija”, en agosto pasado, para que se uniera a un joven de 18 años, originario del paraje de Baalchén, perteneciente a San Juan Chamula.
Familiares de la menor informaron que ésta fue encerrada en la Cárcel Municipal de Chamula el domingo por la mañana, por órdenes del juez López Hernández, para obligarla a pagar la suma de 24 mil pesos por haberse separado de su compañero en noviembre pasado.
“Como juez en ningún momento detuve ni encarcelé a la niña, pues no me compete, además de que por ley no se puede encarcelar a menores de edad; las que intervinieron son las autoridades tradicionales”, declaró ayer López Hernández, en entrevista colectiva en las oficinas del alcalde Sebastián Collazo Díaz.
Agregó: “la mamá había vendido a su hija; pidió 24 mil 700, pero cuando se separaron con el señor que la compró, no se consumó la unión libre durante los tres meses del concubinato y por eso vinieron a quejarse los familiares del muchacho; las autoridades tradicionales evitaron la trata de personas porque la mamá había vendido a su hija, no como se publicó que por separarse le cobraron 15 mil de multa, más intereses; eso es falso”.
Aseguró que “la niña nunca fue encarcelada, esa es la información que tengo. Sólo la mamá que estuvo unas cuantas horas” y fue liberada luego de comprometerse a devolver en 15 días, 20 mil pesos de los 24 mil 700 que recibió.
Sin embargo, un poblador que pidió el anonimato sostuvo que él la vio e inclusive grabó unas imágenes cuando la menor todavía estaba en la cárcel el día martes a las 19 horas, antes de que fuera liberada y hablaron brevemente porque “tenía miedo, pues habían dos policías cerca vigilando”.
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