“Los
vamos a meter al bote para que aprendan que éste es un estado de hombres y no
de mampos”, habría dicho un policía municipal a una pareja de homosexuales en
el parque recreativo Caña Hueca, luego de extorsionarlos y amenazarlos junto
con otro agente.
Uno
de los jóvenes relató que, como en otras ocasiones, el 28 de marzo daba un
paseo con su novio en el parque público cuando se acercaron dos policías a
advertirles que, a petición de otros ciudadanos, los llevarían en ese momento a
la cárcel porque cometieron faltas a la moral. “Están besándose y abrazándose,
y hay niños y mujeres que los pueden ver.
Tendremos
que llamar a una patrulla”, soltó uno de los uniformados. Los muchachos
contestaron que esta advertencia constituía un acto violatorio de derechos
humanos, prohibido por la Ley Federal para Prevenir y Erradicar la
Discriminación; sin embargo, uno de los agentes respondió que “esta norma no
aplica en Chiapas”.
El
otro se alejó unos metros, supuestamente para pedir una patrulla. “Por sus
puterias nos los vamos a llevar”, dijo al regresar, pero inmediatamente cambió
el discurso por uno más “cordial”: “Lo que queremos es ayudarlos; fácil con 500
pesos los dejamos libres, y ahí queda, pero pues si van a meter abogados y todo
eso, mejor no les echamos la mano”, expresó.
El
joven apuntó que su pareja cedió a la extorsión porque los policías les
pidieron sus identificaciones, y los amenazaron con divulgar su homosexualidad.
“En mi casa todos saben que soy homosexual y así me quieren, pero mi pareja no
se lo ha confesado a su familia, por eso tenía miedo, sobre todo porque desde
el principio los policías nos preguntaron dónde laboramos y estudiamos”,
enunció.
El
policía que esperaba mientras el otro recibía el pago “por hacer su trabajo”,
dijo al joven que para hacer “puterías” hay otros lugares “escondidos”. Ya con
el dinero en la bolsa soltaron la última amenaza: “Si dicen algo les vamos a
quebrar su puta madre, y los vamos a tener que meter albote, para que aprendan que
éste es un estado de hombres y no de mampos”.
El
jueves, 03 de abril, la pareja interpuso una queja ante la Comisión Estatal de
Derechos Humanos (CEDH) remitida en el expediente cedh-oj-1310-2014, y este lunes,
07 de abril, iniciarán una querella en la Fiscalía Especializada en la Atención
de Grupos Vulnerables.
Darwin
Pereyra Vázquez, activista que acompaña a los quejosos sostiene que éste no un
es un caso aislado: en lo que va del año, al menos nueve parejas han sido
extorsionadas y amedrentadas por policías municipales en Tuxtla Gutiérrez.
“Les
piden dinero, los despojan de celulares y de identificaciones; el problema es
que algunos no se niegan porque no han salido del ‘closet’, tienen miedo a
represalias, no conocen sus derechos y tienen temor a ser re victimizados por
funcionarios de la procuración de justicia”, explicó.
Pereyra
informó que denunciarán a los agentes por los delitos de intimidación,
discriminación, amenazas, extorsión y contra la dignidad de las personas.
Asimismo,
detalló que Moisés Grajales Monterrosa, secretario de Seguridad Pública y
Tránsito Municipal, ofreció una disculpa a los agraviados y aseveró que estos
policías serán cesados.
Además,
se comprometió a sostener reuniones con activistas, organizaciones civiles y
miembros del ayuntamiento capitalino para plantear soluciones a esta problemática
social que se normalizado.
El
activista aclaró que las muestras de afecto como los besos, las caricias y los
abrazos son un derecho humano que tutela el desarrollo de la libre
personalidad: “nadie debe ser detenido por ello”. El amor, subrayó, no es un
delito.
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