Pequeños comerciantes de la capital
chiapaneca ya han sido sorprendidos en el pago de las tarjetas
telefónicas para telefonía celular con billetes de 100 pesos.
Algunos pequeños comercios son presa
de los malhechores que pagan con billetes falsos, pese a que muchos han
implementado aparatos y técnicas para identificarlos.
Los pequeños comerciantes de la capital
chiapaneca ya han sido sorprendidos en el pago de las tarjetas
telefónicas para telefonía celular con billetes de 100 pesos que son
falsos, aunque muy similares a los reales.
“Sabemos que los ‘vivales’ están
organizados, aunque gracias a la intervención de las autoridades, este
problema no es frecuente, aunque sí nos ha tocado”, dijo en entrevista
Roberta Martínez Meza.
Los comerciantes coincidieron en que es
importante hacer un llamado para que los comerciantes y toda la
ciudadanía se fije bien al recibir cualquier billete de cualquier
denominación para que no sean sorprendidos.
“Lo más lamentable es que se aprovechen
de los micronegocios, especialmente tiendas de abarrotes que han sido
estafadas, pues al recibir o cambiar los billetes perdemos utilidades de
hasta una semana. A mí me ha pasado cuatro veces en 10 años, la última
fue hace una semana, cuando una persona me pagó unos cigarros con un
billete de 200 y resultó ser falso”, narró Leopoldo Pérez, propietario
de un comercio de abarrotes en el Barrio San Roque.
El billete apócrifo en muchas ocasiones
contiene incluso la marca de agua, aunque carece de las bandas
magnéticas, es de textura más plastificada y el colorido de la tinta es
más oscuro, lo que no permite que los bolígrafos detectores los puedan
marcar, por ello que muchos comerciantes caigan en estos fraudes,
explicó el empleado de un banco en Tuxtla Gutiérrez.
Los comerciantes indicaron en que se
deben extremar precauciones para evitar ser víctimas de los
falsificadores, sobre todo en épocas del año donde existe gran afluencia
de compradores en todo el centro de la ciudad: “Julio y agosto, son
fechas en que salen muchos niños de la escuela para entrar al próximo
ciclo escolar, y al menos papelerías, zapaterías y tiendas de ropa y
uniformes siempre están abarrotadas; asimismo, noviembre y diciembre”.
La Voz del Sureste
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