¿Es, hasta ahora, el Instituto de Elecciones y Participación
Ciudadana, confiable? No. Entre sus obligaciones está el vigilar que
ningún aspirante a un cargo de elección popular, haga campaña antes de
tiempo. En todo el estado, hay cientos de pretendientes en abierta
campaña electoral, sin que sean debidamente amonestados y mucho menos,
inhabilitados, precisamente, por infringir la ley electoral.
Al azar, van dos ejemplos de cómo, en el interior, hay precandidatos
en descarado proselitismo: Jorge Humberto Molina Gómez, de Chiapa de
Corzo y Roberto Ruiz, en La Concordia. En Tapachula, Huixtla,
Motozintla, Villacorzo, Copainalá, Tonalá, Palenque, Tapilula, etcétera,
etcétera, es el mismo caso.
Roberto Ruiz, es un caso francamente vergonzante. Todos los recursos
para la asistencia social, son canalizados a su casa de campaña para ser
repartidos bajo los ya clásicos condicionamientos. Éste no ha tenido
reparo alguno en restringir la ayuda a quienes no están de acuerdo con
su pretendida candidatura e incluso, ha emitido graves amenazas si no le
favorecen.
Muchas comunidades de ese municipio, han dejado de percibir los
recursos que les corresponden, debido a que han manifestado su
inconformidad por las pretensiones de Ruiz y además, porque
ideológicamente, están identificados con otras corrientes políticas.
Esto, lógicamente, empieza a tener repercusiones sociales graves que, de
no detenerse por la vía institucional, es decir, mediante la
intervención del IEPC, podría generar enfrentamientos como ya empiezan a
suceder en algunos otros municipios.
Al pretenso candidato de La Concordia, lo protege y utiliza, un viejo
líder campesino que busca mantener el control caciquil de la zona:
Germán Jiménez Gómez, quien a su vez, presiona al actual alcalde para
que todos los programas sociales, los reparta, a su antojo, Roberto
Ruiz. La campaña electoral en ese municipio, es abierta, insolente y
retadora.
Jiménez Gómez es un sedicente “líder” campesino que llegó a ser
millonario, mediante el robo de los recursos para el campo. Nadie en
Chiapas desconoce su larga historia de desfalcos y tampoco es secreta la
cadena de despojos e imposiciones en la Frailesca. Como en La
Concordia, en otros municipios de esa región, ha impuesto alcaldes,
regidores y diputados para seguir percibiendo los recursos para el
campo.
En el caso de Chiapa de Corzo, Jorge Humberto Molina Gómez, también
hace de las suyas, al grado que en algunas comunidades, ha puesto ya,
lonas con la leyenda: “Jorge Humberto Molina Gómez, Presidente
Municipal”. Parte de la ayuda en especie que entrega, también lleva esa
leyenda. Y lo peor: en las comunidades chiapacorceñas, pide abiertamente
el voto ciudadano.
Lo anterior, está estipulado con perfecta claridad en la Ley
Electoral, como un delito cuya sanción es fulminante. Deben ser
inhabilitados para cualquier cargo de elección popular. Molina Gómez, es
hermano del actual alcalde de Chiapa de Corzo, Sergio David.
Éste último, ha permitido que su hermano haga y deshaga con los
recursos públicos, además de ser el más ferviente promotor de Jorge
Humberto para sucederle en el cargo, de tal manera que en todas las
comunidades, condiciona la entrega de recursos públicos a favor de éste.
En ambos casos, el Instituto Electoral y Participación Ciudadana,
debió haber actuado desde hace tiempo. Pero no lo ha querido hacer. Ya
por incompetencia, por ineficacia, incapacidad, dolo o desconocimiento.
Ello hace que desde ahora, la campaña intermedia que se avecina, esté
sucia de origen y sea, por lo pronto, foco de sospechas y fuente de
posibles y graves problemas sociales.
Porque, como ya he dicho líneas arriba, no sólo son éstos dos
municipios; tampoco son solo aspirantes a alcaldes. Hay aspirantes a
diputados federales y estatales que ya están en abierta campaña y nada
se hace para arbitrar de buena forma un proceso que, de no controlarse a
tiempo, podría salirse de cauce más temprano que tarde.
Hay además, otras instancias que fueron creadas para vigilar el buen
uso de los recursos del pueblo. Éstas también deben investigar, por
ejemplo, de dónde el aspirante a la alcaldía de La Concordia, saca
dinero para repartir a manos llenas, a cambio de votos. O cómo hacen los
hermanos Molina Gómez en Chiapa de Corzo para evadir la obligación
constitucional de ayudar a las comunidades sin condicionar los apoyos.
La democracia, debe pasar, forzosamente, por el buen funcionamiento
de las instituciones encargadas de vigilar los procesos electorales.
Éstas tienen la obligación moral y constitucional de velar porque nadie
violente las leyes. Hacerse los desentendidos, será tanto como
convertirse en enemigos de la democracia y cómplices de una simulación
que no queremos más en Chiapas. Ojalá actúen a tiempo. Ojalá.
Tarjetero
*** Que ya hay una “nueva corriente” de perredistas en Chiapas.
Viendo las fotos, vemos que son los mismos que aplaudieron las
atrocidades de Pablo Salazar y que luego se fueron de bruces con Juan
Sabines y ahora, pretenden hacer un PRD verde-amarillo. Quien no conozca
a Juan Pablo Zárate Izquierdo y sus compinches, que los compre. Éste,
cuando anda sin teta presupuestal para exprimir, saluda a todo mundo;
apenas le dan una chambita, se le sube el podercillo a la cabeza y
desconoce hasta a su familia. Y en cuestiones ideológicas, ni se diga.
Ha sido de todos los moles. Ni forma de creerles. *** En poder de
Fichero Político hay una copia seria y muy profesional de la parte del
Cañón del Sumidero que está siendo afectada por una calera y que,
irresponsablemente, la SEMARNAT, se niega a clausurar. Tres son los
grandes riesgos que se corren: el desplazamiento de las capas que
conforman la pared del Cañón, el aceleramiento sísmico y la probable
caída del puente “Belisario Domínguez”, que une a Tuxtla con ciudades
como Chiapa de Corzo y San Cristóbal de las Casas. Según los expertos
que realizaron el estudio geológico de ese lugar, las constantes
detonaciones dentro de la calera (por cierto, dentro de la reserva
ecológica protegida), están provocando que las paredes del Cañón se
estén desplazando de noroeste a suroeste. Éstas, al estar dentro de la
depresión central de Chiapas y, tectónicamente, ligadas a las cuatro más
importantes placas tectónicas de la región (Cocos, Pacífico, Caribe y
Americana), podrían incrementar la actividad sísmica en el centro de la
entidad. Se está a tiempo de evitar una catástrofe de grandes
proporciones. Muy a tiempo. *** Tuxtla y Tapachula, como zonas de
guerra. Los hoyancos, por todos lados. Y los alcaldes, como si nada.
Indiferentes al clamor popular. *** Luego nos leemos.
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