Por Raymundo Zenteno Mijangos.
Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra; mas cuando domina el impío, el pueblo gime. Proverbios 29: 2
Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra; mas cuando domina el impío, el pueblo gime. Proverbios 29: 2
A Manuel Velasco, Gobernador de Chiapas.
Cuando aceptó usted el mandato de gobernar Chiapas, Chiapas era
distinto. La crisis de Ayotzinapa fue sólo la gota que colmó la copa de
la injusticia y que vino a sacudir muchas conciencias adormecidas. Los
jóvenes no son los mismos, los maestros no son los mismos, madres y
padres y niños y campesinos y obreros y taxistas y zapateros, todos,
cada uno es distinto. Hay un proceso irrefrenable de transformación y
alumbramiento.
¿Qué razón dará usted al pueblo cuando se pregunte lo mismo que se
preguntaba don Belisario Domínguez, de por qué Chiapas es el estado más
pobre de México, cuando es, al mismo tiempo, el de mayor biodiversidad y
riqueza étnica, el de paisajes más hermosos y riquezas en montañas,
lagos, mares…? ¿Por qué somos tan pobres si somos tan ricos y recibimos,
además, más apoyos de la Federación que el resto de estados de la
República?
Es el momento de las grandes respuestas, señor gobernador, de ponerse
a la altura que la Historia le exige. Hasta hoy no conocemos su voz de
estadista, no le hemos escuchado palabras de sabiduría; razones de esas
que hacen elevar el espíritu de un pueblo; discursos que se debatan en
las aulas universitarias; argumentos que nos hagan querer luchar por sus
ideales políticos y humanistas.
Hable usted sobre la deuda que contrajimos en el sexenio pasado. ¿Se
debe a que hubo una gran inversión que traerá riqueza al Estado? ¿Se
debe a que hubo desviación de recursos, negocios personales del ex
gobernador y de su gente o, simplemente, a una incapacidad para
administrar? ¡No ha dicho usted nada hasta hoy sobre este tema. Es su
deber hacerlo.
Hay otros asuntos delicados. En el marco de su Primer Informe de
gobierno, diciembre de 2013, en todo México lucieron imágenes suyas.
¡Fueron millones de pesos que gastó usted en lo que más parecía una
campaña política que un informe! ¿Y para qué tendría que informar a un
enfermero de Sonora, a un electricista de Tamaulipas, a una licenciada
de Yucatán, para qué, si su responsabilidad era sólo con la gente de
Chiapas? ¿Por qué lo hizo, gobernador?
A usted nunca le faltó queso para sus quesadillas. Hay familias que
le ponen poquito para que alcance, o que sólo se hacen dobladitas
embarradas con manteca. ¡Ese dinero habría alcanzado para muchas vacas
que habrían producido mucha leche y mucho queso, crema y mantequilla!
Usted, gobernador, nunca fue pobre, ni conoce a la gente pobre de
Chiapas. Si dice lo contrario, que sí la conoce y le duele su pobreza,
¿por qué gastó tanto y lo sigue haciendo, usted y muchos de los jóvenes
servidores, siguiendo su mal ejemplo, en sus aspiraciones de puestos
públicos?
Todo Chiapas está lleno de espectaculares con fotos de promoción
política. ¿Sabe cuánto bien haría a la población si en esos espacios se
publicaran mensajes sobre Salud, Educación, Urbanismo, Ecología, Poesía,
Amor por los abuelos, Adopción de perros y gatos callejeros, Ecología,
Lactancia, etcétera y etcétera? ¡Se imagina usted un espectacular que
sólo tenga una nota musical, enorme, gigantesca, y que no diga nada más?
Como ve, mi carta no es para criticarlo, aunque tenga cosas que
reprocharle, como haber permitido que Tuxtla se convirtiera en la
capital más ruinosa y ruidosa de Chiapas, tapizada de cemento y verdes
artificiales, donde se exhiben monumentos con la imagen suya, cosa que
no debe ser, porque usted es solamente un administrador, no es el dueño
de nada. No se trata de eso.
Se trata de que se de cuenta que este no es el Chiapas que usted
encontró. Tiene todavía, don Manuel Velasco, si endereza el rumbo con
determinación y valentía, la oportunidad de convertirse en un buen
gobernador. Eso, si trabaja verdaderamente para los chiapanecos, si
favorece a los empresarios de Chiapas en los grandes proyectos, en vez
de los de afuera; si usa la fuerza del estado para sanar esta tierra,
tan tocada por Dios, que hasta parece un derroche de bendición.
Si gobierna usted con justicia, con responsabilidad, con el deseo de
ser recordado como un gran hombre, y que tras su gestión pueda caminar
por las calles y las plazas sin temor, si quiere todo eso, gobernador,
su futuro estará lleno de amigos, y aunque también de enemigos, usted
estará contento y tendrá cosas buenas que contarle a sus hijos y a sus
nietos.
Ya no hay lugar para la tibieza y la frivolidad. Su imagen pública es
hoy más producto de la mercadotecnia que de una verdadera presencia en
actos y decisiones importantes. Hágalo gobernador Velasco, busque que
las instituciones acomoden todo el desarreglo y, con base en la ley,
mire porque Chiapas deje de ser un trampolín para promociones políticas y
plataforma para jugosos negocios de gente sin escrúpulos.
Anime el florecimiento de las Artes y el enriquecimiento de nuestras
Culturas. Invierta en Ciencia e Investigación. Escuche las voces
críticas, aunque a veces raspen sus palabras; y haga oídos sordos de los
aduladores, que siempre esconden bajo sus pétalos las espinas de la
traición. Eche mano de hombres y mujeres que aman Chiapas. Créame que
abundan.
Y permita que escuchemos su voz verdadera. Usted mismo mírese frente
al espejo y considere si Manuel Velasco es el hombre que necesita el
Chiapas de hoy. Si su reflejo le dice que sí, actúe en consecuencia.
Sinceramente,
Raymundo Zenteno, 24 de noviembre de 2014
No hay comentarios.:
Publicar un comentario