La Feria / Sr. López - Los intocables

Como que se les está pasando de tueste… no se les vaya a quemar.

Por lo que declaran los políticos más reputados, hágase de cuenta que hubieran localizado a Hitler y Eva Braun, aclarado el asesinato de Kennedy, y detectado el avión desaparecido de la Malaysia Airlines, cuando nomás detuvieron (y qué bueno), a José Luis Abarca, exvendedor de sombreros de palma, bisutería y vestidos de novia, exalcalde de Iguala (digo, no es Al Capone), y a su brava esposa, María de los Ángeles Pineda (retoño de una distinguida familia: sus papis -Salomón y María Leonor-, están presos desde 2009 por ser narcomenudistas en Morelos, de la banda de los Beltrán Leyva; y cuyos tres hermanos también chambeaban para esa afamada empresa agroquímica; dos de ellos -Alberto, alias “El Borrado”, y Mario, alias “El MP”-, fueron ejecutados, también en 2009 -los encontraron tirados cerca dela Autopista del Sol-, y el otro, Salomón estuvo preso y anda libre).

El ahora llamado en prensa “matrimonio imperial”, no es sino una pareja de pelagatos quienes exhibían en su pueblo como buenos nuevos ricos que eran, una riqueza del todo explicable y que ya huyendo -ternuritas-, se escondieron tan a lo mariachi que nomás le pusieron vigilancia a las tres hijas (el varoncito dicen que es menor), y los localizaron porque siguieron a la tal Noemí Berumen, amiga de Yasareth (una de las hijas), que varias veces a la semana llevaba comida a una casa de barrio bajo, con apariencia de estar abandonada. Las detuvieron a las dos, a Yasareth y Noemí, pero como la ley dice que no se puede imputar de complicidad ni encubrimiento a los parientes cercanos, soltaron a la hija; la amiga, por acomedida sigue y seguirá largamente en la cárcel (hay favores que no se hacen, oiga usted).

Difícilmente va a declarar el tal José Luis que haya ordenado secuestrar y matar a los muchachos. Su esposa, menos. Dirá él que sí, que ordenó detener a los normalistas que iban en autobuses robados y -aparentemente- a sabotearle el bonito evento-DIF a su señora esposa, que iba que volaba para suceder como alcaldesa a su maridito (aunque parece que por el momento eso queda cancelado). Los hechos como fueron, dirá, son de la responsabilidad del que no aparece, su primo, Felipe Flores Velázquez, que era el director de Seguridad Pública de Iguala (¡qué bonita es la unión familiar!).

Lo interesante de la detención de este par de pájaros de cuenta no es tanto la información que puedan aportar para localizar a los desaparecidos, pues es casi seguro que sean los menos enterados (sabe usted, los delincuentes que se llevaron a los normalistas, no son de esa gente que haga reportes ni ande pidiendo permiso: poner quieto es poner quieto). Por cierto, siguen los rumores: en entrevista para el noticiero Primero Noticias, el nuevo gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, afirmó ayer que cuenta con testimonios de gente de la montaña y de otros normalistas, quienes afirman que están vivos, divididos en dos grupos, escondidos por la región de los municipios de Teleolapan y Cuetzala, allá en Guerrero… quisiera Dios que fuera cierto, aunque ya luego los papás de cada uno les pongan una buena zarandeada por la angustia que les están haciendo pasar, pero, como sea, si aparecieran vivos se escuchará un inmenso ¡uf! de alivio nacional (y don Peña Nieto haría el coraje de su vida… je je… pero también descansaría). Ojalá el neogobernador Ortega no se esté yendo de la boca y tenga visos de cierto que viven; los padres, familiares, amigos y compañeros de los hasta ahora desaparecidos, están pasando por una amargura inmensa.

De regreso a la parejita: son el nivel más cercano y bajo de la influencia narco en el gobierno. Es de suponerse que dada la gravedad de este asunto, la PGR esté empeñando sus mejores oficios en los interrogatorios de estos dos. Puede obtenerse mucha información. Se deben aclarar muchas cosas. Una de ellas es eso de que don Caca, el exalcalde, les pagaba a los delincuentes “Guerreros Unidos”, entre dos y tres millones mensuales… ¿qué no es al revés?; uno creería que los malandrines le pagan a la autoridad para que haga la vista gorda. Si se confirma que en este caso la autoridad municipal le daba dinero a los malos, entonces cabe suponer que estaban pagando una deuda, gorda, como de dineros para financiar campañas de políticos… digo.

Es poco creíble que el exgobernador Aguirre haya estado en Babia, es lo más probable que algo supiera de las andanzas de su alcalde en Iguala, uno de los municipios más importantes del estado; tampoco es muy de creerse que los militares no hayan sospechado algo (y de la PGR, el Cisen, la Policía Federal, la Marina, ya no le comento nada: o ya no opera ningún órgano de inteligencia federal o estaban en un ejercicio colectivo de teololismo, criminal).

Si la autoridad federal nos sale con una batea de babas y nos dicen que los Monster poco aportaron a la investigación, nadie se los va a creer (para lo que les importa), pero juega a favor de nosotros, los del peladaje, que desde el extranjero, gobiernos, prensa, organizaciones de activistas, están muy atentos y esperan resultados de verdad.

Confiemos en el dios en que cada uno crea, que el Presidente de la república esté consciente de que este hecho puede ser la mancha indeleble de su mandato y que por eso, esté en plan de no distinguir amigos ni conocidos, que no haga consideraciones políticas (de esas que precisamente, no son eso, sino cálculos miopes, interesados y frecuentemente inmorales… “consideraciones políticas”: ¡qué va!)

Si es así y sabiendo que tienen la punta de la madeja bien agarrada, esperemos que con toda su experiencia, pero sin pararse ante nadie ni nadie, la vayan jale y jale… nos podemos llevar sorpresas enormes, esto puede dar para que por primera vez en la historia salpique para arriba la mugre. Sería bueno, para que le entre el santo temor de Dios a tanto político cínico que de verdad se creen invulnerables… bueno, es que ¿saben?: son los intocables.