América se coronó en la Liga de
Campeones de la Concacaf tras vencer en la revancha 4-2 a Impact de
Montreal y de este modo clasificó al Mundial de Clubes Japón 2015, a
celebrarse en diciembre.
Las Águilas, que perdonaron en el Azteca
y empataron 1-1, este miércoles en la cancha sintética del Estadio
Olímpico de Montreal, fueron más contundentes en el segundo tiempo para
obtener su sexto título de la región y empató a Cruz Azul como máximo
vencedor de este certamen.
Los goles del título fueron obra del
argentino Darío Benedetto, quien hizo un triplete (50, 66 y 81) y de
Oribe Peralta (64), mientras los canadienses de la MLS se habían puesto
en ventaja por conducto del volante argentino Andrés Romero, al minuto
ocho y luego cerró el juego Jack McInerney, al 89.
En busca de hacer historia, con un
mosaico de colores blanco y azul, la afición recibió al equipo
canadiense, que se encargó de recibir con un golazo al cuadro mexicano,
gracias a la genialidad de su “cerebro”, el argentino Ignacio Piatti,
quien hizo ver muy mal a la defensa americanista.
Por el costado derecho cerca del tiro de
esquina, el “10″ del Impact se abrió en un palmo el espacio entre tres
rivales para servir a Romero, quien también limpió la zona dentro del
área y sacó disparo para vencer a Moisés Muñoz y colocar el 1-0.
Todavía no pasaban los 10 minutos y la
fiesta ya era del equipo local, no obstante, Águilas despertó de forma
inmediata, tuvo el balón en su poder, pero careció de eficacia en esta
primera etapa.
De forma increíble, el argentino Darío
Benedetto perdió la igualada para los azulcremas, luego que su remate de
derecha a bocajarro, a centímetros del gol, se fue arriba y pegó en el
travesaño, en la más clara de la visita en el primer tiempo.
Al América le costó hacer daño, sufrió
cada vez que pisó el último cuarto de cancha y sólo disparó una vez
desde afuera del área, por conducto de Oribe Peralta, tiro que se fue
muy desviado.
Montreal jugó al contragolpe y “Moi”
Muñoz salvó a su equipo de recibir el segundo tanto, tras una gran
atajada en otra gran acción de Piatti, quien fue un dolor de cabeza para
la defensa azulcrema.
En el complemento, la puntería
americanista estuvo acompañada de la falla del portero alemán Kristian
Nitch, para que llegara la igualada 1-1 en el Olímpico de Montreal;
Benedetto se “sacó la espina” tras sus fallas y de tijera anotó,
doblando las manos al teutón.
El encuentro se abrió después del empate
y se hizo de ida y vuelta, luego que América empezó a hacer lo que no
había hecho ni en el Azteca ni en el primer tiempo aquí, con lo que ganó
contundencia y se aseguró el título en un parpadeo, aunado a las fallas
de Impact.
La escuadra local demostró sus carencias
a la defensiva mientras arriba se perdió Piatti y en un santiamén cedió
el título. El arquero Nitch, quien fue fichado para este partido al ser
cuarta opción, fue techado por el recentro del colombiano Darwin
Quintero para la llegada de Peralta, quien firmó el 2-1.
Sin dar oportunidad a la reacción de
Montreal, cayó el 3-1 para América, que sentenció todo cuando el
paraguayo Miguel Samudio sirvió a Benedetto por derecha y éste empujó la
pelota a placer para la algarabía azulcrema.
La fiesta cambió de bando y Águilas, que
hoy jugaron con uniforme alterno, anotaron el 4-1 a través de
Benedetto, quien hoy cambió los abucheos de la semana pasada por
aplausos, al anotar su triplete tras una buena media vuelta.
Impact, que ya había hecho demasiado con
llegar a la final y su afición así se lo reconoció con palmas, cerró
con dignidad la final y descontó 4-2 en una buena maniobra de Piatti,
que culminó McInerney.
Así, América demostró su poderío y la
diferencia de jerarquía para despejar dudas en la gran final de la
Concachampions, torneo que por décima ocasión consecutiva fue
conquistado por un club mexicano.
“Todos queríamos ir al Mundial de Clubes”
Todo el plantel del América que viajó
para jugar contra el Impact de Montreal, se reunió al final del partido
en el centro del campo, hicieron un círculo y alzaron las manos en señal
de agradecimiento por ganar el título de la Liga de Campeones de la
Concacaf.
“Todos queríamos ir al Mundial de
Clubes, todos queríamos ganar este partido, jugar la final y vencer al
Impact, lo conseguimos. Logramos el objetivo y ahora a disfrutar. Le
dedico el título a mi familia, a todos los que nos apoyaron desde
México”, dijo Rubens Sambueza, atacante del América.
Las Águilas son el séptimo campeón del
torneo de la Concacaf, desde que se instauró el nuevo formato, y el
siguiente paso es viajar a Japón, para enfrentar a los campeones de las
otras confederaciones.
“Este título es del grupo, el cuerpo
técnico, dirigentes, hicimos un gran esfuerzo, jugando cada tres días,
con bastante desgaste físico. Lo conseguimos”.
“Hablamos con goles y a nadie le podemos
reprochar nada, nosotros estamos contentos por darle una alegría a
todos los aficionados del América”, agregó Darío Benedetto.
El América jugará su segundo Mundial de
Clubes. La primera vez fue en 2006, edición en la que quedaron en el
cuarto lugar del certamen y fueron eliminados en semifinales por el
Barcelona.
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