Hasta
ahora se empieza a entender los verdaderos propósitos que hubo tras la
reforma a la constitución chiapaneca aprobada por la actual legislatura y
que impidió, por esta ocasión, coincidiera la fecha de las elecciones
federales y estatales.
Desde
entonces se preveían escenarios complejos y sus posibles soluciones.
Luego de enterarme que Fernando Castellanos Cal y Mayor está registrado
en la elección federal como candidato a diputado plurinominal y aún
aspira a participar en el proceso local, no tengo la menor duda que el
actual operador electoral, que observa la ciudad desde la torre, supo
desde entonces trazar recovecos para mantener la instrucción: cuidar el
crecimiento de los alfiles.
En
el caso del joven legislador, no es la primera vez que escucho que fue
sacado de la contienda por la capital chiapaneca. Cuando lo nombraron
dirigente estatal del Partido Verde Ecologista de México, se dijo que su
nueva responsabilidad lo alejaba de Tuxtla, que se descarrilaba su
pretensión.
Sin
embargo, la designación tuvo dos consecuencias inmediatas: se
detuvieron los ataques en su contra de parte de sus malquerientes y,
finalmente, creció su figura al permitírsele recorrer todo el estado.
No
olvidemos que al concentrar la capital los más destacados medios
electrónicos e impresos, sus recorridos le permitieron mantener su
presencia diaria ante los tuxtlecos, sin desgastarse ni confrontarse con
los otros aspirantes a la alcaldía.
Ahora
que nuevamente se insiste en que su registro en el listado a diputado
plurinominal lo retira de la carrera por Tuxtla, de la que nunca se fue,
habrá que recordar que en su condición de dirigente estatal del verde y
candidato por la tercera circunscripción que incluye Chiapas, puede
continuar haciendo campaña por todo el estado, acrecentando su figura
ante el electoral de la entidad.
Así,
sin estar expuesto al fuego de sus opositores que lo creen anulado,
puede mantener su activismo sin abandonar su principal aspiración
inmediata.
En
el joven legislador se han invertido los más grandes esfuerzos desde el
inicio del sexenio ¿porqué habrían de tirar todo por la borda? Al
contrario, es evidente que lo cuidan y operan continuamente para
protegerlo del fuego amigo y enemigo.
Sin embargo, Tuxtla tendrá una candidatura PRI-Verde que introduce otras aristas que es necesario considerar…
Pensando
en el caso del Secretario de Gobierno, Eduardo Ramírez, las fechas
diferidas de las elecciones también lo beneficiaron. Tal vez más de lo
que hasta ahora ha trascendido.
El
aplazamiento del proceso electoral local le permitió poder operar las
candidaturas federales sin abandonar su posición de principal
responsable de la gobernabilidad del estado. Ahora puede continuar
resolviendo las candidaturas a alcaldes y diputados (incluyendo la
suya), aún sin que se venza la fecha en que debe separarse del cargo.
Así,
Eduardo podrá renunciar a su encargo para asumir una nueva aspiración
habiendo dejado avanzada la operatividad electoral de la que se le
responsabilizó. En Ramírez, también se han invertido esfuerzos
considerables y es evidente que se le ha cuidado.
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