La
Universidad Politécnica de Chiapas estudia la producción de estruvita como una
alternativa sustentable a los fertilizantes agroquímicos, ya que de manera
lenta aporta nutrientes básicos para la producción agrícola, como nitrógeno,
magnesio y sobre todo fósforo.
La
estruvita es un mineral compuesto de fosfato amonio y magnesio, que puede
causar graves problemas, pues provoca especialmente obstrucciones en las
diferentes conducciones expuestas al sobrenadante de procesos de digestión
anaerobia.
En
la UPChiapas se busca producir estruvita de manera controlada, mediante el
desarrollo de un proceso de cristalización, abundó Minerva Gamboa Sánchez,
investigadora que colabora en el proyecto junto a Cristina Blanco González y
Edith Ponce Recinos.
Al
respecto, la Universidad explicó que con este mineral se recupera y aprovecha
el fósforo, considerado un elemento químico esencial, pero que no es renovable,
ayudando a utilizar los biodigestores no sólo para producir energía, sino
también elementos que pueden tener aplicaciones benéficas a la sociedad, en
este caso, en la producción agrícola, por ejemplo.
De
esta manera los biodigestores pueden realmente considerarse sustentables, pues
además de la producción de energía, se recuperaría el fosfato y amonio, a
partir del sobrenadante, para la producción de un fertilizante comercial de
calidad, permitiendo la administración sostenible del recurso natural no
renovable (fosfato) y por otro lado, mejorando la calidad de los ecosistemas
acuáticos evitando el crecimiento masivo de microalgas (eutrofización) que
degradan la calidad de las aguas, detalló la institución.
Se
calcula que el consumo anual de fósforo para el año 2050 será de alrededor de
70 millones de toneladas, con esta taza de consumo, bastarán unos 60-70 años
para que la mitad de las reservas actuales de fósforo económicamente viables se
acaben.
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