La siembra irracional de árboles considerados como especies introducidas en lugares públicos, generó que parte de la infraestructura se viera dañada por las raíces que brotan, además del desplazamiento de especies nativas y la disminución de fauna que no se adaptó a ese tipo de flora.
Adolfo Sarmiento Zenteno, director de Proyectos Climáticos y Movilidad Urbana de la Secretaría del Medio Ambiente, destacó que desde la dependencia la cual encabeza se realiza un proyecto para la reinserción de ejemplares nativos.
Con ello, recuperar la imagen que hace muchos años tenía Tuxtla y permitir que regresen especies de aves con este tipo árboles.
“Estamos buscando lugares donde se han secado algunos árboles para reemplazarlos por ejemplares como el matilisguate, primavera, guayas, para que vayamos recuperando la esencia que tenía la ciudad” destacó.
La benjamina y el laurel son especies no nativas que fueron sembradas por pasadas administraciones sin contemplar que con el paso del tiempo sus raíces generarían daños a las baquetas y parte de la infraestructura pública.
En los viveros municipales, dijo, se están produciendo este tipo de árboles; los ejemplares que se logren generar este año serán sembrados en diversos espacios públicos para lo cual requerirán de la participación ciudadana para que puedan desarrollarse y no se sequen.
Añadió que a partir del mes de mayo, cuando inicie la temporada de lluvias, darán arranque al programa de siembra de estos árboles, sin embargo solicitarán que vecinos participen regándolas en los periodos de seca.
Debido a que de parte del ayuntamiento hacer dicha labor es un poco complicado por la cantidad de árboles que se pretende sembrar, “es más fácil que los vecinos nos ayuden cuidando esos arbolitos, que al fin de todo es para tener una mejor imagen y más sombra”, precisó. Vía CARLOS DÍAZ VÁZQUEZ/NOTICIAS
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