Pobladores, miembros de la grey católica
del “Pueblo Creyente” de Simojovel, de la Parroquia San Antonio de
Pádua; perteneciente a la Diócesis de San Cristóbal de las Casas y
encabezados por el Padre Marcelo, realizaron una marcha en apoyo del
magisterio en paro desde hace más de tres semanas, manifestando “en
nombre de Dios, le exigimos al gobierno federal, no más represión porque
genera revolución”.
La marcha, que inició desde la entrada
oriente de la capital, estuvo apoyada en todo momento por maestros de la
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes
instalaron “vallas humanas” a todo lo largo y ancho del bulevar Ángel
Albino Corzo, para evitar, según ellos, que personas ajenas al
movimiento “se infiltraran y causaran problemas”.
Sin embargo, mientras se realizaba la
manifestación, un grupo de presuntos maestros de la misma CNTE,
vandalizaron en el edificio de la sección 40 del Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación (SNTE), donde causaron destrozos, quemas y
pintaron las paredes con leyendas agresivas hacia la propia dirigencia
magisterial.
Los párrocos de la iglesia de San
Antonio, portando estandartes con imágenes religiosas, así como
pancartas alusivas al movimiento magisterial, junto con feligreses del
municipio de Simojovel, hicieron público su apoyo al magisterio
chiapaneco que demanda la solución a sus peticiones y que hicieron que
desde el 15 de mayo pasado iniciaran un paro indefinido de labores.
La marcha, en la que también
participaron gentes llegadas de distintos municipios, pero en su mayoría
maestros que se fueron agregando al conglomerado, culminó con un mitin
en la Plaza Cívica donde los maestros tienen sus campamentos, donde el
Padre Marcelo, en su intervención, solicitó de manera urgente la
instalación de una mesa de diálogo entre las autoridades educativas y el
CNTE para terminar definitivamente con este conflicto entre el sector
educativo y las autoridades gubernamentales.
Fue clatro al advertir que si las
autoridades siguen enviando fuerzas federales a Chiapas para agredir a
los maestros “se levantará todo el pueblo de Dios”, al tiempo de
calificar como “una dictadura”, el actuar del titular de la Secretaría
de educación, Aurelio Nuño, responsabilizando además al gobierno federal
sobre los actos de violencia y muertes que puedan generarse, si este
conflicto no es resuelto.
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