En
el marco de los recorridos que diariamente realizan los agentes
fiscales municipales para garantizar el orden en las vialidades del
Centro de la ciudad y evitar que estás sean invadidas por el
comercio irregular, uno de estos fue agredido por ambulantes que
insistían en ocupar banquetas para colocar sus productos.
El
agente que recorría la zona Centro como parte de su actividad de
rutina, se percató que un grupo de ambulantes buscaba colocar sus
productos en la banqueta y al solicitarles se retiraran pues no
contaban con los permisos correspondientes para realizar dicha
actividad, sorprendieron al fiscal agrediéndolo física y
verbalmente, arrojándole chile en polvo que le provocó fuertes
irritaciones en la piel y ojos.
Al
percatarse de esto, su compañeros fiscales lo auxiliaron y
solicitaron el apoyo de un médico del Ayuntamiento para que acudiera
al lugar de los hechos, a fin de que brindara la atención que el
agente necesitaba, pues este se quejaba de un intenso ardor en los
ojos.
Debido
a la cantidad de picante a la que fueron expuesto los ojos del
fiscal, el médico solicitó el traslado del elemento a la clínica
del Ayuntamiento para ser atendido con el equipo necesario.
Por
su parte, los familiares del agente fiscal consideraron este
lamentable hecho como un abuso y un salvajismo total, ya que pusieron
en riesgo la salud visual de este elemento al cumplir únicamente con
su trabajo.
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