El Comité para los Derechos Humanos en América Latina (CDHAL), un organismo de la sociedad civil canadiense con sede en Montreal, enviará en el invierno de 2018 al Estado de Chiapas, México, a un grupo de brigadistas canadienses.
El trabajo de estos observadores canadienses consistirá en compartir la vida cotidiana de las comunidades que los recibirán, para que desde allí puedan documentar posibles violaciones de derechos humanos.
Este trabajo se lleva a cabo en alianza con el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé Las Casas (FRAYBA).
Previa a la partida rumbo al empobrecido Estado mexicano de Chiapas, colindante con Guatemala, es necesaria una capacitación para los interesados en participar en este tipo de trabajo de observación de los derechos humanos.
El origen de estas Brigadas civiles de observación de los derechos humanos (BriCOs) se remonta al 1 de enero de 1994, día en que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el TLCAN. Fue justamente ese mismo día que miembros de las comunidades indígenas de Chiapas, organizadas en el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) iniciaron una lucha militar, simbólica y política, reclamando al Estado mexicano
“trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz”.
Ante el levantamiento zapatista en Chiapas, el Gobierno mexicano lanzó un operativo militar que aplicó una estrategia de contrainsurgencia que acabó convirtiéndose lo que unos llaman una guerra de baja intensidad y otros una guerra integral de desgaste
Ante la militarización y paramilitarización del territorio, acompañada por una represión física y psicológica contra la población sospechosa de apoyar al EZLN, las propias comunidades indígenas lanzaron una convocatoria a nivel nacional e internacional para que personas civiles, tanto de México como del exterior, acudan a la zona en conflicto y acompañen a las comunidades indígenas víctimas de los operativos militares.
Este llamado a los observadores nacionales e internacionales fue organizado y difundido por el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas y su presidente, el fallecido monseñor Samuel Ruíz García, cuya sede se encuentra en la ciudad chiapaneca de San Cristóbal de las Casas.
Desde su implementación en 1995 estas Brigadas Civiles de Observación en Chiapas (BriCO) han trabajado en la prevención de violaciones a los derechos humanos, en la verificación de las consecuencias de la guerra de baja intensidad, además de la difusión y denuncia de las situaciones observadas.
Con el acompañamiento y observación de civiles nacionales e internacionales, los organizadores de esta misión buscan disuadir la comisión de actos violentos contra las comunidades. Esto mediante una lógica consistente en elevar el costo político para el gobierno y el ejército en caso de que consideren llevar a cabo una acción que viole los derechos humanos.
Para saber más sobre esta actividad, Radio Canadá Internacional conversó con Martha Lucía Gómez, una participante de las actividades del Comité para los Derechos Humanos en América Latina (CDHAL) y que ha participado en una de estas misiones en Chiapas.
Ella explica que los canadienses que quieren embarcarse en este trabajo de solidaridad internacional deben primero aprender sobre este proyecto y prepararse para un choque cultural. Una vez en el terreno, deberán dedicar por lo menos dos semanas a la tarea de apoyar la defensa de los derechos humanos de comunidades que pueden entrar en conflicto con empresas internacionales extractoras de recursos naturales.
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